Todos los sábados por la tarde Juan tenía la costumbre de sentarse en su red y leer sus libros preferidos. Sin embargo esta tarde encontró un libro que no se acordaba de haberlo comprado. Lo miró y lo escogió como la lectura del día. Era la historia de un hombre que todos los sábados por la tarde tenía la costumbre de sentarse en su red y leer sus libros preferidos. Su nombre era Juan.
Leyó el primer párrafo y se quedó paralizado. Todos los libros leídos en su vida, y su propia vida, le pasaron en dos minutos delante de sus ojos. Los sentimientos eran varios pero en poco tiempo Juan sintió la felicidad de un sensacional descubrimiento y la tristeza decepcionante de las derrotas. Había revelado el sentido de su vida, el origen de todos alrededor. Y también el desaliento de descubrirse un mero personaje literario.
Y lo peor, habían llegado al final del libro.
quinta-feira, 30 de novembro de 2006
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Demourou, mas agora tá com link lá!!!
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